Atemperadores

¿Cómo funcionan una atemperadora para el control de temperatura?

Las unidades de control de temperatura, empleando fluidos térmicos, son sistemas que facilitan el calentamiento, o enfriamiento de los procesos, de manera indirecta. Para esto emplean una bomba, que permite la recirculación del fluido y un sistema de calentamiento o enfriamiento, para mantener un control preciso de la temperatura.

Estos sistemas operan a presiones relativamente bajas, suficiente para bombear el líquido térmico hasta el sistema en control. Debido a que suministran calor indirecto minimizan el riesgo de quemadura, o congelación, de los equipos principales, cuando se producen paradas de plantas.

Por lo general una atemperadora está formada por los siguientes elementos:

• Bombas que faciliten la recirculación del fluido térmico desde el sistema de control hacia el proceso. Debe estar en línea con el tipo de fluido, la pérdida de presión del sistema y el flujo requerido.
• Válvulas de aislamiento del sistema. Deben ser robustas y resistentes a las fugas para el aislamiento preciso del fluido térmico.
• Sistema de calentamiento/enfriamiento del fluido térmico, que restituya el valor térmico de la corriente antes de su recirculación, de manera de mantener el control sobre el sistema de operación.
• Panel de control.

Características de las unidades de fluido térmico del stock Foeth

Las unidades de control de la temperatura que forman parte del catálogo de Foeth presentan las más variadas características:

• Emplean los más diversos medios de calentamiento; desde gas natural, hidrocarburos líquidos, o resistencias eléctricas.
• Pueden emplear agua, glicol, aceites, o algún tipo de refrigerante como medio de recirculación.
• Varían en tamaño y capacidad, desde unidades de fluidos térmicos eléctricas pequeñas, con capacidad de 18 kW; hasta grandes máquinas de templado, con capacidad de 500 kW.
• Las unidades de enfriamiento pueden operar a temperaturas bajo cero, en el rango de -40 a 20°C.
• Las unidades de calentamiento emplean agua, cuando la temperatura a controlar no sobrepasa los 95°C; agua presurizada si alcanza los 150-160°C, o aceites para temperaturas superiores a los 200°C.

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